DECLARACIÓN POR LA PAZ MUNDIAL

Un derecho y una responsabilidad de todos.

Introducción

El espíritu de cada época está determinado por prioridades que constituyen el signo de los tiempos. La paz, que ha representado la mayor necesidad y el gran anhelo de todas las culturas y civilizaciones hasta el día de hoy, se sustenta en el fundamento de la verdad, el móvil del amor, la estabilidad de la justicia y la interdependencia armónica de la libertad.

Alcanzar la Paz que el mundo necesita es posible a través del desarrollo de correctas relaciones entre las personas y las naciones y  toda la cadena de la vida que evoluciona en la Tierra, basadas en la buena voluntad, la solidaridad, la cooperación y la compasión.

Proponemos un compromiso consciente y activo que nos involucre a todos libremente y sin distinción de raza, cultura, sexo o religión, en la construcción de la paz que el mundo necesita. Para ello asumimos nuestra  plena responsabilidad a través del desarrollo de los siguientes principios :

1.    Promover la verdad de la gran cadena de la vida.

Afirmamos que los seres humanos somos  y representamos un nivel de la conciencia en la gran obra de la vida, lo  que nos  hace copartícipes   de la Tierra  como un ser vivo y  responsables del equilibrio de  todos los reinos de la naturaleza que  constituyen sus tejidos.

Reconocemos la interdependencia entre todas las formas de vida y los recursos naturales del planeta.  Como un órgano que somos en el organismo de la Tierra, sentimos en nuestra propia humanidad la bella y frágil sinfonía de la diversidad de esa naturaleza viva de la que formamos parte.

Nos comprometemos a participar en la creación y promoción de una opinión pública consciente, movida por la gran verdad de que con todos los seres de la Tierra constituimos una Tierra Viva.

2.    Promover la justicia.

Afirmamos que los derechos humanos son, con sus deberes correlativos, inherentes a nuestra naturaleza humana, y por lo tanto son válidos para todos los seres humanos de todas las edades, lugares, condiciones, razas y culturas.

Nos comprometemos a impulsar la autogestión responsable, basada en que cada quien ejerza sus derechos y responda por sus deberes, como esencia de la justicia, para lograr una equidad en las relaciones humanas  y una convivencia armónica.

3. Construir una libertad cimentada en la responsabilidad

Afirmamos que toda la evolución es un canto a la libertad y que cada paso evolutivo nos lleva a una síntesis y aun grado mayor de libertad y responsabilidad.

Nos comprometemos a promover un ambiente de plena libertad basado en la responsabilidad y a contribuir en el despertar de una conciencia creativa, condición humana esencial para construir esa Paz activa y comprometida, que exige un mundo en proceso de cambio permanente.

4.    Liberar para el mundo las fuerzas del amor.

Afirmamos que las energías del amor, expresadas a través de la buena voluntad, la solidaridad, el compartir y la compasión, son hoy necesarias para disolver las fuerzas del egoísmo y la ambición desmedida, causas de la corrupción y la violencia que dañan el delicado equilibrio del tejido de la vida.

Nos comprometemos a fomentar el espíritu de fraternidad necesario para una convivencia pacífica que promueva la evolución ordenada y próspera de toda la comunidad viviente.

De estos principios, el gran motor de fondo es el Principio del Amor, que libera la fuerza poderosa de la buena voluntad y da lugar a la expresión de relaciones en las que la fraternidad, el compartir y la cooperación, son el mejor sustento de la paz.

«Solo el amor es capaz de unir a los seres vivos de modo que los completa y los satisface, pues solo él los lleva y los une mediante lo más profundo dentro de ellos.”

Pierre Teilhard de Chardin

Nos comprometemos, en fin, a asumir con responsabilidad y alegría la grata tarea de ejercer nuestros derechos y cumplir nuestros deberes, viviendo en nuestra propia vida la Paz que el mundo necesita, a través de la práctica de correctas relaciones con nosotros mismos, con otras personas y culturas, con toda la comunidad de la vida en la Tierra y con la naturaleza de la que somos parte.