Parte 1
Es importante que tengamos presente que en este Equinoccio del año del Concilio, hay grupos de meditadores asociados a la Jerarquía en tres lugares:
1- Caravana en Perú de Sintergética.
2- Mount Shasta grupo de WTT de California y algunos viajeros que han ido desde europa.
3- Grupo de Argentina e India en las Cataratas de Iguazú.
“ Saludos fraternales y buenos deseos a todos los hermanos y hermanas. Nos hemos reunido para conectarnos con las energías del Equinoccio y establecer en nosotros el equilibrio que nos permita experimentar nuevamente la existencia en su completa manifestación. La existencia está en la manifestación. La existencia está más allá de la manifestación. La existencia es eterna. Haya creación o no, la existencia permanece. Entorno a la existencia, hay formaciones sucesivas de diversos planos, y en cada suceso, el equilibrio relacionado con la existencia puede sufrir ciertas desviaciones. Por eso, intentamos restablecerlo una y otra vez en cada plano.
Cuando dos personas viven juntas, deben encontrar un equilibrio entre ellas para que prevalezca la armonía. Cuando uno está solo, es un sistema individual y puede hallar su propio equilibrio. Cuando uno se convierte en dos, se debe encontrar un nuevo equilibrio. Cuando dos se convierten en tres, de nuevo se debe encontrar un nuevo equilibrio. Así, del uno al nueve, los números representan manifestaciones sucesivas, también representa al uno convirtiéndose en muchos. Muchas energías surgiendo del uno y, cada vez que hay uno nuevo, un nuevo equilibrio debe establecerse. Si un hombre o una mujer trabaja solo y encuentra paz en sí mismo, cuando otra persona se une, juntos deben hallar ese mismo estado de paz trabajando el equilibrio entre ambos. Si se une una tercera persona, de nuevo se perturba el equilibrio y hay que volver a encontrarlo. Este acto de equilibrio tiene lugar continuamente. En un año, tal acto de equilibrio se produce en marzo y en septiembre, llamados Equinoccio de Primavera y Equinoccio de Otoño.
Este equinoccio nos recuerda que, en todo lo que hacemos, debemos encontrar ese equilibrio. El equilibrio en relación con cada actividad humana es lo que se llama el estado de Yoga. En sus estados físico, emocional, mental, búdico, átmico, en todos ellos se debe recuperar el equilibrio. Cuando el equilibrio prevalece, indica completo acuerdo con uno mismo y con el entorno. Cuando hay desacuerdo interior, no hay equilibrio, aunque uno esté en un lugar apacible. La gente va de vacaciones para encontrar paz interior, elige lugares muy tranquilos, va allí para recuperar la calma. Para la persona equilibrada, dondequiera que esté, la paz está presente. El equilibrio debe cultivarse desde dentro; no puede depender de factores externos.
La cámara más interna en el ser humano se llama columna cerebro-espinal. El hombre interior vive dentro de la columna cerebro-espinal. El que vive allí está en lo profundo de sí mismo y desde allí, tanto el espíritu como la materia se hallan a igual distancia:
- lo que está a la derecha, lo que está a la izquierda,
- lo que es oscuridad, lo que es luz.
Permanecer en el centro es lo que se demanda para que el hombre experimente la dicha de la existencia. Por eso, en el zodíaco, hay una línea vertical entre Aries y Libra que está representada por el eje. A cada lado, empezando desde Aries o desde Libra, al trazar una línea hay seis meses de un lado y seis del otro. El año se divide en partes iguales y la experiencia anual se comprende disponiendo el zodíaco en seis pares de opuestos: Aries con Libra, Tauro con Escorpio, Géminis con Sagitario, Cáncer con Capricornio, Leo con Acuario y Virgo con Piscis. Así, en seis meses, se pueden experimentar también las dimensiones de los otros seis. Del mismo modo, dentro de nosotros, hay energía masculina y femenina que deben emparejarse de forma que la naturaleza y el espíritu queden equilibrados y, así, podamos permanecer en calma.
En un día de equinoccio, en el ecuador, el día y la noche son iguales. Cuando hay igualdad, hay justicia. Por eso, a partir de hoy, en el mes de Libra, se recomienda a los estudiantes percibir la justicia en toda actividad que realicen. La justicia mantiene el equilibrio. Donde no hay justicia, el equilibrio se rompe. Por eso, los sabios siempre creyeron en permanecer en la justicia. Cuando permaneces en justicia, estás equilibrado. Cuando estás equilibrado, la naturaleza en ti y el espíritu en ti se hallan igualmente equilibrados y, por lo tanto, experimentas tanto lo izquierdo como lo derecho, la luz y la oscuridad, todos los opuestos y sus naturalezas complementarias. Así, los días de equinoccio son vistos como días en que la Tierra misma es amistad. Donde hay justicia hay amor, donde hay justicia la ley se cumple.
Por lo tanto, se recomienda una relación de tres días con el equinoccio, ya sea de primavera o de otoño, o al menos tres meditaciones: una antes, otra durante y otra después. El tiempo del equinoccio ya está señalado. Todos juntos podemos unirnos para experimentar las energías del equinoccio, de modo que en nosotros se equilibren las corrientes opuestas. Las corrientes opuestas se neutralizan y prevalece el equilibrio y la fraternidad. Donde las corrientes opuestas se neutralizan, reina la armonía. La humanidad entera está regida por el cuarto rayo. Dado que la humanidad es el cuarto reino del planeta, está fuertemente afectada por el conflicto interior y exterior. En la medida en que haya conflicto dentro de nosotros, habrá afuera también. Ves más conflicto externo cuando hay conflicto interno.
Si acudes a un santo o vidente y hablas con él, solo te hablará de armonía y de dimensiones armoniosas. No se enreda en argumentos o diferencias acerca de los conflictos del mundo.
Ocurrió una vez que un gran intelectual de la India visitó al gran sabio Sri Ramakrishna Paramahamsa, a inicios del siglo XX. El intelectual le expuso los grandes conflictos que imperaban en el planeta: entre naciones, entre regiones, entre castas, así como los conflictos en diversas partes de la India y la lucha por la libertad. Tras narrar tantas cosas a Sri Ramakrishna Paramahamsa, le preguntó cuál era la solución a todos esos conflictos, pues el sabio era considerado omnisciente. Sri Ramakrishna respondió de inmediato que, en efecto, había tantos conflictos como él veía, pero que, si miraba bien, había también igual cantidad de calma y armonía. El problema era que él no lograba ver esa otra dimensión de equilibrio. “Para mí, este mundo es hermoso, todo se desarrolla de acuerdo al orden divino, y todos los seres aprenden en su propio proceso. Así que primero elimina el conflicto en ti y, de esta manera, ya no te relacionarás con el conflicto del mundo, sino con la armonía que prevalece en él, procurando contribuir a que esa armonía se difunda. No te preocupes por el movimiento de independencia de la India: llegará cuando deba llegar; deja que suceda, pero no es necesario que seas parte de él.”
Isabella Di Carlo